
Las virtudes del respeto (mayo) y la perseverancia (junio) forman parte esencial del proyecto educativo de nuestro colegio, guiando el quehacer diario de estudiantes, docentes y familias.
El respeto promueve una convivencia sana, donde cada persona se siente valorada y escuchada, siendo la base para relaciones sanas y una comunidad que acoge la diversidad. La perseverancia, en tanto, impulsa el compromiso, la constancia y la superación personal, especialmente en contextos de desafío.
Ambas virtudes se complementan, fortaleciendo la formación integral y el crecimiento conjunto de todos quienes forman parte de nuestra comunidad CICV.

