La adaptación al cambio es una habilidad importante para todas las personas, y es especialmente importante para los menores de 5 años. Los cambios en el entorno, las rutinas y las relaciones pueden ser difíciles de manejar para los niños pequeños, pero aprender a adaptarse para ellos puede tener un impacto positivo en su bienestar y desarrollo a largo plazo.

En Pre Kínder los niños y niñas desarrollan esta habilidad de una manera más fluida, ya que al separarse de sus padres unas horas, se ven presionados/as a poco a poco adecuarse a un nuevo lugar, nuevos juegos, nuevos adultos, nuevos compañeros/as, etc. Esto hará que, afrontar cambios como avanzar a Educación Básica se da de una manera natural y forma parte de la rutina diaria.

Al asistir a este nivel, se exponen a diversas situaciones que potenciarán su aprendizaje integral, desarrollando diferentes competencias y herramientas para confrontar los desafíos del día a día. Algunas de estas son:

1. Resiliencia: Tendrán más facilidad para superar los obstáculos y se adaptarán rápidamente a los diversos escenarios, desarrollando elementos positivos a partir de cada experiencia.

2. Confianza en sí mismos: Aprenderán a ser más independientes, confiar en sus propias habilidades y en su capacidad para aclimatarse a situaciones nuevas y desconocidas.

3. Habilidades sociales y emociones importantes: Conocerán y manejarán sus emociones, además, aprenderán a trabajar en equipo con otros, sintiéndose más cómodos, conectados y seguros.

4. Tolerancia a la frustración: Recibirán los cambios repentinos o los errores de mejor manera, así como también el manejo de las expectativas propias ante aquellas circunstancias que no se desarrollaron de la manera esperada.

Además de la adaptación al cambio, los niños y niñas que asisten a Pre Kínder desarrollan otras habilidades y beneficios.