
Hoy con gran alegría y entusiasmo, los niños y niñas de Kínder vivieron una extraordinario jornada de aprendizaje al participar en la creación de un huerto escolar, una actividad organizada por la Ilustre Municipalidad de Vitacura junto a sus educadoras.
Desde el primer momento, los pequeños se mostraron curiosos y emocionados por descubrir las diferentes plantas, preparar la tierra y plantar con sus propias manos. Cada paso fue una aventura: tocar la tierra, observar los diferentes colores y formas de las plantas, y aprender cómo se cuidan estas mismas. Sus rostros reflejaban sorpresa y felicidad al comprender que, con dedicación y paciencia, ellos mismos podrían ver crecer las plantas que sembraron.
Esta actividad no solo fortaleció el vínculo con la naturaleza, sino que también les permitió desarrollar habilidades como la colaboración, el respeto por el entorno y la responsabilidad del cuidado de nuestro huerto. Fue una experiencia significativa y muy valorada por todos, que dejó huellas de tierra… ¡y de alegría!